Carta abierta a los gobiernos del mundo – Auschwitz Institute for the Prevention of Genocide and Mass Atrocities
Compartimos con ustedes la «Carta abierta a los gobiernos del mundo para apoyar la labor de prevención de atrocidades durante la pandemia COVID-19» escrita por el Auschwitz Institute for the Prevention of Genocide and Mass Atrocities y firmada por la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES).
Estimados socios gubernamentales en prevención,
Así como durante este mes de abril, hemos recordado a las víctimas de genocidios y otras atrocidades masivas del pasado, las organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo que se dedican a la prevención de tales crímenes le están invitando a seguir apoyando nuestra misión compartida durante la pandemia global COVID-19.
Esta emergencia mundial golpeará más a las personas en situación de mayor vulnerabilidad y marginación del mundo. La crisis también amenaza el futuro de muchas de las mismas organizaciones que sirven para prevenir y proteger a esas personas de la persecución y las atrocidades masivas. Como expertos en la prevención de estos terribles crímenes, instamos a los gobiernos de todo el mundo a mostrar previsión en el reconocimiento de estos riesgos, y su liderazgo apoyando a las ONG nacionales e internacionales para juntos hacer frente a este desafío sin precedentes.
Nuestras organizaciones son muy conscientes de la desestabilización y la incertidumbre provocadas por las crisis mundiales. Estas pueden tener un efecto devastador en las sociedades, ejerciendo una presión extraordinaria sobre las instituciones que previenen la agitación social y, al mismo tiempo, exacerban los factores de riesgo que hacen más probables las atrocidades y la segmentación de los grupos identidad. A medida que el virus se propaga, los grupos vulnerables se ponen en mayor peligro en todas las regiones del mundo, lo que subraya que la prevención de la violencia basada en la identidad es necesaria en todas partes y en todo momento. Sin embargo, estos procesos tienen impactos cada vez peores en sociedades que ya son frágiles o vulnerables. En estos escenarios, las crisis que afectan a toda la sociedad, como esta pandemia, pueden servir como detonante o como justificación de la violencia masiva.
Además, no se trata de dinámicas que funcionan independientemente unas de otras. Así como la inestabilidad de esta pandemia mundial eleva el riesgo de violencia masiva, también un brote de violencia masiva tendría un efecto desconcertante en nuestra capacidad colectiva para contrarrestar el COVID-19. Del mismo modo, la integración de enfoques sensibles a los conflictos en las respuestas a la pandemia y sus consecuencias ayudará a mitigar la violencia de odio e identidad relacionada con el COVID-19.
Nuestra responsabilidad compartida de prevenir el genocidio y otras atrocidades masivas sigue siendo tan esencial como siempre lo ha sido.
No se puede subestimar la naturaleza crítica del apoyo gubernamental ni la participación en la labor de prevención de atrocidades por parte de las ONG. Sólo con su financiamiento y compromiso, podemos seguir siendo eficaces para proteger a los más vulnerables de nuestras sociedades de las atrocidades masivas durante este tiempo de mayor riesgo.
Los gobiernos del mundo pueden tomar las siguientes medidas para garantizar que los esfuerzos de prevención de atrocidades no solo sigan siendo sólidos, sino que además puedan ampliarse en este período de gran necesidad:
- Proporcionar apoyo operativo general de emergencia a las ONG de prevención de atrocidades para que nos permitan continuar nuestro trabajo esencial;
- Proveer fondos para programas destinados a abordar los factores de riesgo de atrocidades masivas que se aceleran por la pandemia y sus consecuencias;
- Proporcionar fondos de liberación rápida para ONGs más pequeñas y respuestas dirigidas por la comunidad a factores de riesgo elevados de violencia basada en la identidad y atrocidades masivas;
- Apoyar los programas que podemos implementar en medio de la pandemia, incluyendo, pero no limitado a establecer nuevos medios de comunicación, creación de redes y distribución; cursos de educación en línea, proyectos de investigación y programas de asistencia técnica; programación innovadora intersectorial que ve la integración de la prevención de atrocidades en las respuestas al COVID-19; y
- Hacer provisiones flexibles dentro de todas las subvenciones para permitir que las ONG de prevención de atrocidades se adapten a la nueva realidad de trabajar en un período de movimiento restringido, altos niveles de ausencia de personal y en medio de un período de dolor colectivo e individual.
Incluso con la apremiante preocupación de una pandemia mundial, ahora no es el momento de que los actores estatales aparten su atención y financiamiento de la prevención de atrocidades. Por el contrario, ahora es el momento de priorizar esta labor, colocándola como prioridad de la agenda política. La pandemia, y su potencial para servir como detonante de la violencia masiva, hace que la prevención de atrocidades sea más urgente que nunca.
Le agradecemos su apoyo y participación activa en esta misión compartida.
Pueden acceder al texto completo a través de este link