Lauro Noro – Revista DEF – Lejos de discrepancias

19 julio 2011

Con la responsabilidad de dirigir la Unasur, de la que depende el Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa, la secretaria general María Emma Mejía habló con DEF sobre los objetivos que motorizarán su gestión.

Blonda, desenvuelta, activa y con la simpatía a flor de labios, la flamante secretaria general de la UNASUR, doctora María Emma Mejía (57), colombiana ella, dio la clave sobre el aire de confianza mutua que se respira en la región. “Lo sorprendente y lo que más ha conmovido no solo a nuestros países sino al mundo entero, es que a través de este organismo multilateral, el más nuevo, el primero que se creó en el siglo XXI, ha sido capaz de vencer las dificultades, incluso en momentos de malos entendidos, discordias, diferencias y confrontaciones y superarlas en aras de un intento común”. Se refería entre aquellas, a la crítica situación creada hace menos de un año, entre Colombia y Venezuela. “Hoy, no solo logramos superarla sino que hemos alcanzado ese consenso entre las naciones suramericanas a través de una estrategia de tener sus próximos secretarios generales, en reemplazo del presidente Néstor Kirchner, a una colombiana y un venezolano. Es la forma de ir construyendo confianza y creemos que ahí se afinca una parte de la solución”. También, destacó el rol de los presidentes y presidentas de la región. “Tienen un diálogo directo y sin burocracia, con mucha elasticidad, dieron una respuesta inmediata a las situaciones difíciles. Han puesto la cara y eso significa llegar a soluciones. Esa es la construcción de la UNASUR en la que el CDS y el CEED van a contribuir en gran medida”, aseguró en el encuentro con los periodistas.

Durante su alocución en la conferencia internacional, la ex canciller de Colombia puso de relieve el diálogo político en la región. “En algunos casos había sido soslayado por profundas diferencias y las hipótesis de conflicto. Hoy, la concertación, la unidad regional, buscan estar por encima de las discrepancias y que además, se ha entendido que es preferible intentar construir consensos antes que avivar conflictos”. Luego, definió que la concertación política “no solo será un factor de armonía sino también de respeto mutuo que afiance la estabilidad regional y sustente la preservación de los valores democráticos  y la promoción de los derechos humanos”. Sobre el desafío que tiene entre sus manos al frente del organismo suramericano, aseguró que “buscaré consolidarlo como una instancia de diálogo y entendimiento entre los países. Y en esa tarea, la institucionalización es fundamental”. Con ese norte, aseguró que “es imprescindible priorizar el consenso y entendimiento frente a un mundo que ya no nos mira como menores sino como pares, como iguales”.

ESPEJO DONDE MIRARNOS

En cuanto a la creación del CEED la juzgó como una contribución esencial para la paz y la conciliación. “Puede convertirse en una gran herramienta  para armonizar y potenciar los intereses de nuestra región para avanzar  en liderazgos de seguridad y prevenir conflictos y resolver las crisis”, sintetizó.  Agregó que se trata de un trabajo operativo que debe realizarse sobre las nuevas amenazas. “Aquellas de origen trasnacional o global de las cuales más que fuentes de origen, resultan siendo una de sus víctimas”. También, advirtió que “sin doctrina ni visión estratégica no existen oportunidades para la cooperación regional y sin bases conceptuales que surjan de nuestra propia realidad, sin visiones compartidas y consensuadas en defensa y seguridad será muy difícil alejar los fantasmas de la ingerencia en asuntos internos, tema vital para la consolidación democrática de nuestros pueblos”. El reto es grande, sintetizó. “Confiamos que el Centro sirva para que en Suramérica nos miremos a nosotros mismos sin tener que dialogar pensando en los espejos de otras regiones y que responden a otros intereses”.

Fuente: http://www.defdigital.com.ar/?p=3828